jueves, 31 de diciembre de 2015

La mer... / Javier Naranjo.

La mer...
Cada minuto el último minuto
                    1. Levertov.
Lamer
Lo que me ha sido
dado


como las bestias
que descienden
al agua lenta
de la vega.


JAVIER NARANJO.
Medellín, Antioquia, Colombia,1956.

lunes, 28 de diciembre de 2015

ALAS. / ANDRÉS NANCLARES.

ALAS.

Un hombre,
por pura conveniencia,
debe tener alas.



No importancia
si son alas de ángel,
de murciélago
o de ave de rapiña.



Lo que cuenta
es que su vuelo sea alto
para evitar
que su sien
se choque con las balas
o su vida se estrelle con la nada.

ANDRÉS NANCLARES.
Frontino, Antioquia, Colombia, 1952.

jueves, 24 de diciembre de 2015

EL QUE SE VA. / SANTIAGO MUTIS DURÁN.

EL QUE SE VA.
(el regreso)

Te dejo mis ojos, ati árbol de fuego
A ti, tierra mía, te dejo mi lengua
mis labios, la luz de mi frente
los dientes blancos con que acaricié
tus senos, ay, tan delicados
mis manos donde la vida
dibujó su costelación
de arena iluminada
mi pecho, la flor de mis huesos
fosforescente



he venido a tráertelos
Deja que mi alma
sueve
me sepulte en tu regazo.
                                             A Laura.

SANTIAGO MUTIS DURÁN.
Bogotá, Colombia, 1951.

martes, 22 de diciembre de 2015

LA PRIMERA ESTRELLA. / GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ.

LA PRIMERA ESTRELLA.

La primera estrella nunca la olvido.
Fue en el campo
Ante el ramaje de la ceiba
Y el relincho del caballo.



Fue como la risa del padre
Y cambió mi vida
Y huí despavorido en la noche
Buscando su huella de oro
En la orilla del río.



La primera estrella
No la olvido: su luz
Bañada la hierba.



La primera estrella
Quiero decir aún la persigo
Aún deseo que me espere lejana
Y me atormente con su espectro de oro.

GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ.
La Plata, Huila, Colombia, 1952

jueves, 17 de diciembre de 2015

CANCIÓN PARA JUAN RULFO.

CANCIÓN PARA JUAN RULFO.

En la orfandad
se acuna el silencio de las ruinas futuras
en este lugar que se llama tierra
por no tener un nombre todavía
sus habitantes
llevan en un ojo la luna de la muerte
en el otro un sol quemante.
La voz
no nace de los labios
es la huella profunda del silencio.
Silencio es el nombre de este paraje
fulano es el nombre de todos
y piedra o ceniza
los nombres que tendremos en la nada
hay una geografía con huellas de ausentes
los árboles caídos se deshojan
en algún recodo de la eternidad
y cubren de hojarasca las calles del siglo.
El viento pasa sordo
sin decir nada
todo es un rumor imponente como la medianoche
mas no todo comienza aquí ni termina en esta geografía.

ÁLVARO MARÍN ARIAS.
Manzanares, Caldas, 1958.

martes, 15 de diciembre de 2015

DOS POEMAS DE LUIS FERNANDO MACÍAS ZULUAGA.

PARA EL CANTO.
Para el canto.
Para el canto al mundo vinimos
para la danza fugaz.
Conocemos la sangre
que alimenta en las flores
su color
y a responder por un nombre nos enseñan.


En el amor somos
en el dolor nos construimos
en el sentido del ser nos elevamos
e iluminado el espíritu se hermana
se hace bueno
se alegra el mundo
con nuestra estancia pasajera.


Se van
el rostro y el nombre
y volvemos al silencio
al olvido.

EL TIEMPO DE LOS ÁRBOLES.
El tiempo de los árboles es más lento porque ellos viven tranquilos.
Los árboles están contentos con su condición de árbol y son leales a su naturaleza.
El mango no quiere ser naranjo porque está satisfecho de sus dulces frutos y los exhibe orgulloso en grandes gajos que cambian el verde al amarillo y al rostrosus ramas.
En los vientres de las selvas colombianas los guayacanes, las ceibas, el duro para siempre, elevan sus ramas serenas hacia el cielo en busca de la lauz del sol que es la cúpula del cielo con la tierra.
Los árboles guardan un silencio sabio durante los siglos de su existencia y, con éste, dicen la verdad profunda para que la escuche quien opidos tenga.
La paz de los árboles propicia moradas a los pájaros, que son nerviosos e inquietos porque su corazón es frágil y su cuerpo leve.
Los árboles reciben gustosos el agua de las lluvias,
la alegría reverdece sus hojas como el aliento de una mano fresca.
Muy raramente el árbol entristece y si entristece es por enfermedad o por falta de agua, pero se alivia fácil
porque es inocente y simple.
El tiempo de los árboles casi está detenido para nuestros ojos rápidos.
El amor de los árboles casi es invisible para nuestro corazón mezquino.
La paz de los árboles
es el secreto de su larga vida.

LUIS FERNANDO MACÍAS ZULUAGA.
Medellín, Antioquia, 1957.

lunes, 2 de noviembre de 2015

LA DÁDIVA. / ORIETA LOZANO.

LA DÁDIVA.

Mi amor contiene a Dios
pero también cabe en mis manos
es sereno como la música que configura una montaña
es ligero como la fisura del relámpago
es inicuo oculto inesperado.
Mi amor trémulo entre el cielo y el infierno
despojado de toda luz y oscuridad
es la nada... El principio de los tiempos...
No percibe ni el alma ni la carne
y como la nada en mi nada lo contengo
Hay entonces un vacío
para el abrazo señalado...

ORIETA LOZANO.
Cali, Valle del cauca, Colombia, 1956.

jueves, 29 de octubre de 2015

REGALO. / RUBÉN DARÍO LOTERO C.

REGALO.

Ella me regaló un jazmín
la primera flor que alguien me regalaba
en mi vida
la metí en un florero
cristalino como su cintura
y lo coloqué en la repisa
de mi dormitorio
Aquella noche el fuerte olor
me despertó en la oscuridad
como si pronunciara ella
mi nombre.

RUBÉN DARÍO LOTERO CONTRERAS.
Medellín, Antioquia, Colombia, 1955.

lunes, 26 de octubre de 2015

DOS POEMAS DE FERNANDO LINERO MONTES.

JUGANDO.

Jugar es volverse hacia uno mismo
y abrir la puerta.
Entonces la mente se mueve
en ese espacio donde no existen reglas.



Tan solo si se ama se puede jugar.



Hay quienes juegan a la venganza,
al prestigio social, al futbol,
a la diplomacia, a la mentira, al no juego.
Yo juego a jugar.



Y aunque jugar no tiene propositos
sólo de juego vive el hombre.



Jugando a la rutina,
me siento a mirar la tarde,
jugando a jugar
a acaso la recompensa sea el poema
donde claramente se vislumbra
que finalmente la muerte
es también materia prima del juego.

REALIDAD.

En realidad
es nada lo que sé de este mundo
pero es aquí donde tengo
mi tesoro escondido.

FERNANDO LINERO MONTES.
Santa Marta, Magdalena, Colombia, 1957.

jueves, 22 de octubre de 2015

AROMA DE CAMELIAS. / JIMENA GÓMEZ VILLA.

AROMA DE CAMELIAS.

La barba anida golondrinas
largos dedos abrazan la finura.
José Asunción: puro sueño en su nombre.
Se pierde entre torres de papel,
cifras y balances,
melancolía.
Es en el carmín del vino
donde encuentra la palabra exacta,
en la caricia de la seda,
en el olor a cigarros turcos,
donde está la esencia,
el enigma que valía la pena resolver.



Queda el aroma a camelias para Julia,
palabras salvadas de un naufragiosy una casa que el tiempo desmorona.



Morir fue la única salida.
Ser poeta, una pasión.
Vivir un accidente.
Para José Asunción Silva.


JIMENA GÓMEZ VILLA.
Bogotá, Colombia, 1950.

lunes, 19 de octubre de 2015

COMO LLUVIA FINÍSIMA. / LUZ MARY GIRALDO.

Como lluvia finísima.

Uno llega de pronto a darse cuenta
que el árbol
las calles
la lluvia
el sol
el vértigo
no son el mismo parbol
el clima de otro tiempo
la pasión del amor
sino el color vacío del objeto sin sueños.



Uno abre de pronto la ventana
para sentir el fresco de la tarde
para coger palomas con los ojos
y oír el paso de las nubes
y vi el silencio
que avanza caprichoso
hacia la noche
donde las manos tiemblan.



Al fondo
la botella vacía sobre la mesa
la habitación desmantelada
un pájaro errante
y en el centro
como lluvia finísima
todavía el corazón
tibio y sorprendido
atiende el fuego de la vida
y el ruego de los ángeles.



Uno llega de pronto a darse cuenta
que el tiempo es un regreso
que las nubes son del color del corazón
y es suficiente.

LUZ MARY GIRALDO
Bogotá, Cundinamarca, Colombia.

jueves, 15 de octubre de 2015

ESTRELLAS INVISIBLES. / GUSTAVO ADOLFO GARCÉS.

ESTRELLAS INVISIBLES.
Hay noches en que uno descubre
la escalera
la puerta
y la cerradura.



Pero la habitación
sigue siendo secreta.

Gustavo A. Garcés.
Medellín, Antioquia, Colombia, 1957.

lunes, 12 de octubre de 2015

MAESTRO. / ORLANDO GALLO IZASA.

MAESTRO.

Enseñaré español en el lejano Turkestan.
En medio del silencio que impondré en el aula, dire una y otra vez “ésta es una ventana” y mis palabras, como un acorde extraño, serán a sus atentos oídos albergue de la poesía.

Orlando Gallo Izasa.
Medellín, Antioquia, Colombia, 1959.

jueves, 8 de octubre de 2015

MESA. / JUAN CARLOS GALEANO.

MESA.
A Luiz Moro.
Muchas veces la mesa sueña con haber sido un animal.



Pero si hubiera sido un animal no sería una mesa.



Si hubiera sido un animal se habría echado a correr como los demás



cuando llegaron las motosierras a llevarse los árboles que iban a ser mesas.



En la casa una mujer viene todas las noches
y le pasa un trapo tibio por el lomo como si fuera un animal.



Con sus cuatro patas la mesa podría irse de la casa.
Pero piensa en las sillas que la rodean y un animal no abandonaría a sus hijos.



Lo que más le gusta a la mesa es que la mujer le haga cosquillas
cuando recoge las migajas de pan que dejan los niños.

JUAN CARLOS GALEANO.
Florencia, Caquetá, Colombia, 1958.

lunes, 5 de octubre de 2015

POÉTICA. / GABRIEL JAIME FRANCO.

POÉTICA.
Para Jairo Guzmán.
Toda poética excluye e
intenta
construir su onanista paraíso.



Lo que mis ojos no vieron
Lo vieron otros ojos.



Donde mi corazón no estuvo
otro se exaltó de dicha o de dolor.



Toda poética se sieha a sí misma,
despedaza su sextante,
así se siega.



De allí de donde no extrajo nada
mi razón ofuscada opor su obsesión de soles,
otro trajo su porción de luz.



Toda poética construye su casa
con ladrillos que también son míos.
¿Por qué (pues) hacerla sin ventanas?



Lo que alcancé a soñar otros lo soñaran,
y mi pasión no fue más alta ni más baja,
sino tan sólo mi pasión.



Toda poética es orín de perro,
límite,
miedo de ser lo que ya se era.



De donde no penetró mi ojo limitado
otros trajeron su fulguración, sin chispa.



Yo nunca miré solo. Yo nunca miré solo.



Cuando su muerte se te acerque
no verás sino
tu ojo,
tu ojo,
tu ojo.

GABRIEL JAIME FRANCO.
MEDELLÍN, ANTIOQUIA, COLOMBIA, 1956.

jueves, 1 de octubre de 2015

DOS POEMAS DE RENATA DURÁN.

AZUL.
Los árboles de la muerte son negros.
La luz es azul.
La luna y el tejo”. Sylvia Plath.
En la casa de los cien espejos
Hay una sola lámpara
con su mínima llama
ahuyenta la penumbra
y nos trae ondulaciones de recuerdos.


Despliega las alas el silencio.


Hay que callar la mente
Ascender en el sueño.


De la luz vacilante,
al puro resplandor
Azul.

EL RÍO AUSENTE.

El río ausente en la ciudad
me llama.
Hay un vuelo de pájaros
sobre su aura invisible.
Los hilos de la lluvia
destejen puertas
al infinito
blanco.
Una tarde de jueves
en la que veo llover
Y el agua cae
al río ausente.

RENATA DURÁN.
Bogotá, Colombia, 1950.

lunes, 28 de septiembre de 2015

DOS POEMAS DE ANTONIO CORREA L.

CATEDRAL.

Junto a una catedral con música
he construido ruidos que ensordecen
He paseado por ciudades rodantes
He vivido en un tunel de espejos
He visto crecer duros pájaros de papel
mariposas brilladas en un frasco
y el hilo de las soluciones
esplendor como hambre de pelícano
en hojas luminosas que caen
y cortan como vela de un barco
todas las antesalas del terror
hasta escuchar el trizar desesperado
de los espejos
He gozado el olor
que apresa la ciudad entre mis ingles
He acabado el chantaje insaciable
de los muertos.

LLUEVE.

Alguien puede escapar
Por las goteras de la cabaña
cruje la madera
Iguanas extienden un sueño verde
y desaparecen
Las aspas de un barco
cuelgan en el techo
Insectos de corazas aplanadas
sueltan un olor antiguo
Alguien puede escapar
Del inquietante y monótono
paisaje de la selva
De la masa que se conmueve
humedecido entre ruidos oscuros
Pero ¿Quién escapa
de la cárcel del llanto?.

Antonio Correa Losada.
Pitalito, Huila, Colombia,1950.

jueves, 24 de septiembre de 2015

MOSCAS. / FEDERICO CÓNDOR.

MOSCAS.

Cómo revolotean las moscas sobre la comida
Tan sinceras en sus apetitos
No admiten los estorbos de la urbanidad
Qué sería de nosotros sin las moscas
No comeríamos sus larvas en las carnes descompuestas
Ni beberíamos los efluvios de sus lenguas
Cuando nos acompañan a tomar la sopa
Somos tan parecidos a las moscas
Cenamos en el mismo plato
A la misma hora
Nos gustan las mismas viandas
Son bonitas las moscas
Siempre vestidas de negro
Me recuerdan los matrimonios elegantes
Las ceremonias fúnebres.

Federico Cóndor (Jaime Javier Londoño.)
Bogotá, Colombia, 1959.

lunes, 21 de septiembre de 2015

LIMADURAS DEL SOL. / OMAR CASTILLO.

Limaduras del Sol.

De noche en el húmedo bosque al borde de la mariposa
del fuego escuchando viejos lamentos.



¿Les darán a los hombres la historia vacía?
¿Les darán a los hombres el olvido del tiempo?



Son esos poemas oscuridad a los ojos. Insuficiente es
el secreto del fuego para decir el poema.



Se puede horadar el verso. Obstaculizar la imagen.
Dislocarla. Aflojar la cuerda de sus palabras. Y aún
así no llegar al poema.



Las mentes más lúcidas se desesperan. En los viejos
parques. En las azoteas. Hombrers en ruinas temerosos
del lente del siglo. Roban el pan de los elementos.
Húmedos de sueño.



¿Verificar el poema?¿Estandarizar el poema?
¿Arrinconar el poema?¿Saturación?



Escoger el lado seco del río o el puente levadizo.
La presión de los dedos sobre los propios labios no
es para detener las palabras. Cuando se camina
presuroso a grandes gritos se hace. Algo es cierto. El
cúbito del cadáver del padre no sera chupado. No
será. Es suficiente y basta.

Omar Castillo.
Medellín, Antioquia, 1958.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

UN TAÑIDO DE POESÍA EN LA POLITICA V. / B. OBAMA - R. BLANCO.

UN HOY.
(One Today)

Un sol salio sobre nosotros hoy, encendido sobre nuestras costas,
mira sobre las Smokies, saluda los rostros de los grandes lagos,
divulgando una verdad simple al otro lado de las Grandes Llanuras,
entonces la carga atraviesa Las Rocosas.


Una luz, despierta los techos
En cada uno, una historia
contada por nuestros gestos silenciosos que se mueven a través de las ventanas.


Mi cara, tu cara, millones de caras en los espejos de la mañana,
cada uno abriendose a la vida, en un crescendo en nuestro día:
los autobuses escolares amarillos como el lápiz, el ritmo de los semáforos,
puestos de frutas: manzanas, limas y naranjas dispuestas como arco iris
pidiendo nuestra alabanza.


Pesados camiones plateados con petroleo o papel, ladrillos o leche,
rebosantes sobre carreteras junto con nosotros,
en nuestra manera de limpiar mesas, leer libros de contabilidad o salvar vidas,
enseñar geometría o llamar a tiendas de comestibles como mi madre lo hizo por veinte años,
y así pudiera escribir este poema para todos nosotros hoy.


Todos nosotros, estamos tan vitales que nos moviamos por la única luz,
la misma luz en los tableros con lecciones para el día:
con ecuaciones a resolver, historia con problemas o con átomos imaginados,
el “tengo un sueño” que tiodos seguimos soñando,
o el vocabulario imposible del dolor
eso no va a explicar las mesas vacias de veinte niños
marcadas, ausentes hoy y para siempre.


Muchos jugadores, pero una unica luz
respirando el color de los vitrales
la vida en klos rostros de las estatuas de bronce,
la calidez en los pasos de nuestros museos y de las bancas del parke
así observan las madres a los niños transcurrir por el día.


Un suelo. Nuestro suelo, arraigandonos a todos los tallos
del maíz, a todas las cabezas del trigo sembradas a mano y sudor,
manos que recolectaron carbón o asentando molinos de viento
en desiertos y cumbres que nos mantienen cálidos,
manos que cavaron zanjas, que eligieron la ruta de tubos y cables,
manos tan desgastadas como las de mi padre cortando caña de azucar
así mi hermano y yo podiamos tener libros y zapatos.


El polvo de las haciendas y los desiertos, las ciudades y las llanuras
se mezcló con un viento, nuestro resuello. Respiración. Escuchalo
a través del maravilloso barullo del día de los bocinazos de taxis,
de los buses lanzados por las avenidas, la sinfonía
de los pasos, de las guitarras y el rechinar del metro,
el canto imprevisto del pájaro sobre la cuerda de tender ropa.


Escucha: el crujir oscilante de los juegos infantiles, el pito del tren,
de los susurros a través de las mesas del café. Escucha: las puertas que horadamos
todos los días para uno u otro, diciendo: hola, shalom,
buon giorno, ¡hola!, namaste o buenos días
en el idioma que mi madre me enseño,
en cada idioma hablado en un viento
llevando nuestras vidas sin prejuicio,
como esas palabras que parten desde mis labios.


Un firmamento: desde las apalaches y las sierras reclamando su majestuosidad,
y el mississippi y el colorado labrando su camino al mar.
Agradecer el trabajo de nuestras manos:
entrelazando el acero en los puentes,
finalizando un reporte más para el jefe sobre el tiempo,
suturando otra herida o uniforme,
el primer restregon con el cepillo al retrato,
o en el último piso en la Torre Libertad
prominente en el firmamento que cede o nuestra resistencia.


Un firmamento, hacia el cual algunas veces levantamos nuestros ojos
cansados desde el trabajo: algunos adivinando el tiempo de nuestras vidas,
algunos días donde gracias por un amor que amaste ha vuelto,
algunas veces elogiando a una madre quien sabe como dar,
de perdonar a un padre que no puede dar lo que tu quieres.


Nosotros cabeza de hogar: a través de la brillantez de la lluvia o el peso de la nieve,
o el ciruelo ruborizado del anochecer,
pero siempre, siempre, ¡hogar!
Siempre bajo un cielo, nuestro cielo.
Y siempre una luna
como tambor silencioso golpeando en cada techo y cada ventana,
de un país, de todos nosotros,
enfrentando las estrellas.
La esperanza, una nueva costelación
esperando que la describamos,
esperando que la identifiquemos, juntos.

Richard Blanco.
El poema comienza con el sol, el comienzo del hoy. ¿Qué es este momento misterioso? No es el ayer, y no es el mañana, es este mismo instante, el ahora. Mediante el uso del hoy, Richard Blanco significa que tenemos de vivir en este tiempo, no en el pasado, no el futuro, el ahora. Él construye el poema con base de la parte más impresionante de la topografía de los Estados Unidos, con una gran cantidad de montañas, grandes lagos y llanuras. Esta estrofa recuerda al lector a la primera América, una sin gente ni nada antinatural. Entonces, de repente, sin previo aviso adecuado, estamos inmersos en el comienzo del día de todos. Es la rutina y el procedimiento de despertar, y la preparación de ti mismo para ver a otros miembros de la misma especie. Esta es quizás la parte más íntima del día, porque nadie, excepto usted y tal vez su familia inmediata y las parejas románticas tienen la bendición de observar este ritual. Todo el mundo se despierta y se cepilla los dientes y pelo, desayuna y se viste. Esa es la tensión principal de Blanco aquí, en la estrofa y en el propio poema. Él siente que nos olvidamos que aunque alguien en California el cual nunca he de hecho conocido, son notablemente personas diferentes , y sin embargo, estamos unidos por el vínculo de la ciudadanía y por el vínculo de la humanidad.
La siguiente estrofa está inhibida por una memoria inducida por la simpatía , y luego sigue hablando de algunos de los acontecimientos más dolorosos que condujeron a la creación de este poema. En esta estrofa, vemos la luz de la curiosidad y el ingenio iluminada en la mente de un niño, y extinguida en los cuerpos de personas de veinte años. Sin embargo, también vemos, con el intenso dolor siguiendo la tragedia de la muerte, también tenemos la necesidad de continuar y seguir imaginando cosas inimaginables, mejorar nuestra nación y nuestro mundo con la sola idea de algo que podría alterar todo sobre el universo y cómo lo vemos.
A partir de la escuela, el poema divaga al campo, corriendo sus manos a través de un campo de trigo, y mirando a los molinos de viento que se sientan sobre las colinas como si fueran plantados por dios. En esto, vemos la clase obrera de los estados unidos, la que da toda su vida a la causa de proporcionar algún bien o servicio para el resto de América y el mundo. Sin campesinos y obreros y trabajadores de toda clase, no podríamos tener las fantásticas metrópolis de Nueva York, Chicago y San Francisco. Así, el poema vuelve a la ciudad, donde la gente es pequeña, remilgada, y rápida, entrando y saliendo de la multitud de la sociedad, la realización de su día con la máxima urgencia. Blanco nos invita a tomar un respiro, para escuchar el pequeño trozo de la naturaleza que no hemos invadido, y luego continuar con normalidad, corriendo a través de las horas.
El siguiente segmento de este poema, aunque agradable de escuchar y ver, lleva una gran cantidad de idealismo del cual me estaba quejando anteriormente en este análisis. Mientras existe el racismo y los prejuicios, sólo podemos esperar decir shalom, y recibir un hola incuestionable en respuesta. Sin embargo, creo que Blanco utiliza este idealismo como una metáfora. Él literalmente no, quiere decir que hay que utilizar las lenguas extranjeras para comunicarse, pero que todos provenimos de diferentes orígenes, y el uso de las ciudades de los Estados Unidos como un lugar de focos culturales. En este sentido, tal vez él no está siendo tan tan claramente esperanzador como parece a primera vista. Blanco dice que nos mantengamos para nosotros solos, encerrados en nuestras burbujas de familiaridad, sólo el incumplimiento de la barrera del idioma con el fin de pertenecer a los cientos de personas que comparten un solo idioma, el Inglés. En esto, el muestra cómo hay que renunciar a parte de las tradiciones de nuestros antepasados así nos esforzemos por pertenecer a la sociedad estadounidense.
Con esta nota, nos queda un instante para reflexionar antes de ser arrastrados aún más por las imponentes cordilleras y (casi) ríos indomables. Seguiremos picando y sacando el acero, engastándolo, y la tinta a través de la estructura de nuestra sociedad y de nuestro mundo. Blanco, al igual que muchos otros poetas de inspiración, le gusta usar la infinitud y la maravilla del cielo como una manta para nuestros temores, y como un reflejo de nuestra brillantez. Afortunadamente, también rompe con el estereotipo utilizando el enfoque del hombre común y corriente del cielo, como portador del tiempo y la fe.
De repente, el día termina y comienza la noche, y con eso, el conocimiento de que todo el mundo va a regresar a donde comenzaron su día, en su cama en su casa. Experimentamos uno de los más increíbles momentos de la naturaleza, cuando el cielo azul se vuelve multicolor antes de perder intensidad a blanco y negro como una película antigua. Blanco no hizo de la noche un evento aterrador u oscuro, pero ella en cambio, es sólo una parte de la rutina que todo el mundo sigue, incluso la tierra. Terminamos con una constelación, trillada, pero útil por lo que representa la conexión de punzadas independientes de brillantez que hacen algo aún más maravilloso.
Con todo, este no es el mejor poema que he leído. No tuve escalofríos por mi columna vertebral o sentí el impulso de leer una y otra vez. Sin embargo, si tuviera ese efecto, este poema no sería sobre lo cotidiano de estados unidos, del misterio de cómo personas tan diferentes se unen y eligen a un presidente. Por esto, "One Day" de Richard Blanco captura el equilibrio de la jornada normal, nada particularmente espectacular, pero al igual que los seres humanos, la fusión de los días crea la maravilla de la vida y el tiempo.


Nacido en Madrid, el 15 de febrero de 1968, es un poeta, orador, autor e ingeniero civil estadounidense. Ha sido el quinto poeta que ha leído una de sus obras en la segunda investidura del presidente Barack Obama. Fue el primer inmigrante, el primer latino, la primera persona abiertamente gay y la más joven en ser el poeta en la investidura de un presidente de los Estados Unidos.
Sandra Cisneros describe los poemas de Blanco como "tristes, tiernos y llenos de nostalgia. Al igual que una vieja fotografía, la estatua de un santo desgastada por el devoto, un bolero en la radio en una noche llena de lluvia. Me emocionan. No hay otra manera de decirlo. Ellos me emocionan ".
 
Resultado de imagen para Photos of poet richard blanco reading poem in inaugural b. obama 
Fuente: Wikipedia, bellreviewsonlife, Fundación Poesía.

lunes, 14 de septiembre de 2015

EL CAN-CAN DE LA TARDE. / Alfonso Carvajal.

El Can-Can de la tarde.

El viento es rápido con sabor a huracán
las palabras y las piedras conviven en un solo jardín.
El cielo ha cerrado sus compuertas negras
en el rostro destrozado de la tarde.



Una hilera de vagones infinitos
cruza el paisaje de piedra
y al borde del mundo
el sol como un tomate se jacta de madurar.



Todo late, todo tiene rostro de carbón
de ceniza, de monstruo pequeñito.
Los últimos alaridos del sol caen como pájaros suicidas
en las espaldas adormecidas de los tejados.

ALFONSO CARVAJAL
Cartagena, Bolivar, Colombia, 1958.

lunes, 7 de septiembre de 2015

DOS POEMAS DE RÓMULO BUSTOS AGUIRRE.

Escena de Marbella.
A Juan Maechena, cartagenero del otro lado del mar.

Junto a las piedras está Dios bocarriba
Los pescadores en fila tiraron largamente de la red
Y ahora yace allí con sus ojos blancos mirando al cielo
Parece un bañista definativamente distraído
Paraece un gran pez gordo de cola muy grande
Pero es solo Dios
Hinchado y con escamas impuras
¿Cuánto tiempo habrá rodado sobre las aguas?
Los curiosos observan la pesca monstruosa
Algunos separan una porción y la llevan para sus casas
Otros se preguntan si será conveniente
Comer de un alimento que ha estado tanto tiempo expuesto a la intemperie.


De la dificultad para atrapar una mosca.

La dificultad para atrapar una mosca
radica en la compleja composición de su ojo.


Es el más parecido al ojo de Dios.


A través de una red de ocelos diminutos
puede observarse desde todos los ángulos
siempre dispuesta al vuelo
Parece ser que el gran ojo de la mosca
no distingue entre los colores


Probablemente tampoco distinga entre tú
que intentas atraparla
y los restos descompuestos en que se posa.


Rómulo Bustos Aguirre.
Santa Catalina de Alejandria, Bolivar, Colombia, 1954.

jueves, 3 de septiembre de 2015

UN TAÑIDO DE POESÍA EN LA POLITICA IV. / B. OBAMA - E. ALEXANDER.

Elizabeth Alexander (nació el 30 de mayo 1962) es una poeta estadounidense, ensayista, dramaturga y es una profesora Thomas E. Donnelley de Estudios Afroamericanos, en la Universidad de Yale.
El 20 de enero de 2009, en la posesión presidencial de Barack Obama, Alexander recitó el poema " Canción de Alabanza para el Día", que compuso para la ocasión. Ella se convirtió en la cuarta poeta en leer en una posesión presidencial estadounidense, después de Robert Frost en 1961, Maya Angelou en 1993 y Miller Williams en 1997.
El anuncio de su selección fue recibida favorablemente por sus compañeros poetas Maya Angelou, Rita Dove, Paul Muldoon, y Jay Parini, que la exaltaban como "inteligente, profundamente educada en las tradiciones de la poesía, fiel a sus raíces, que responden a la cultura negra. "La Fundación Poesía también elogió la elección, "Su selección afirma un lugar central de la poesía en el alma de nuestro país."
Aunque la selección del poeta ampliamente desconocida, que era una amiga personal de Obama, fue alabado, el poema verdadero y la expresión oral se encontraron con una mala recepción. El Chicago Tribune, el editor de Los Angeles Times Book, y la mayoría de los críticos encontraron que "su poema era demasiado parecido a la prosa," y que "su entrega [fue] insuficientemente dramática." El Minneapolis Star-Tribune encontró el poema "aburrido," burocrático "y encontró que demostró que" el lugar del poeta no está en la plataforma, pero en la multitud, que ella debe hablar no para el pueblo, sino a ellos ".

Canción de Alabanza para el Día.
(Praise Song for the Day)

Cada día vamos ocupados en nuestros negocios,
caminando pasan unos y otros, captando o no los ojos
uno del otro, por todas partes se habla o se está hablando


Todo alrededor nuestro es ruido. Todo alrededor nuestro es
ruido y zarza, espino y barullo, cada uno
de nuestros antepasados en nuestra lengua.


Alguien está cosiendo un dobladillo, zurciendo
un agujero en un uniforme, reparando un neumático,
reparando las cosas que necesitan reparación.


Alguien está tratando de hacer música en algun lugar
con un par de cucharas de madera sobre un tambor de petróleo,
con el violoncelo, con un equipo de sonido, armónica y voz.


Una mujer y su hijo esperan el autobús,
un agricultor contempla el cielo cambiante.
Un profesor dice, saca tus lápices. Comienza.


Nos encontramos mutuamente en palabras, palabras
espinosas o suaves, susurradas o declamadas,
palabras a considerar, reconsiderar.


Atravesamos caminos de tierra y carreteras que marcan
la voluntad de alguien y entonces otros, que dicen
necesito ver que hay al otro lado.


Conocer que hay algo mejor en el camino.
Necesitamos encontrar un lugar donde estemos seguros.
Caminemos en aquel que no podemos aún ver.


Decirlo claro que muchos han muerto para este día.
Cantar los nombres de los muertos que dejamos ahí,
que tendieron las vías del tren, levantaron los puentes,


recogieron el algodón y la lechuga, construyeron
ladrillo a ladrillo los edificios relumbrantes
ellos podrían entonces mantenerlos limpios y trabajar en el interior.


Canción de alabanza por la lucha, canción de alabanza por el día.
Canción de alabanza por todos los que firmaron la carta a mano,
los que entendieron en las mesas de la cocina.


Algunos viven por amor al prójimo como a tí mismo,
otros por lo primero que hace sin hacer daño a sin tomar
más de lo que necesita. ¿ Y si la palabra más poderosa es el amor?


El amor va más allá del amor conyugal, filial, ciudadano,
que el que proyecta un foco de luz ampliado,
el amor no necesita apoderarse de un motivo de queja.


En el intenso destello de hoy, en este aire invernal,
cualquier cosa puede ser hecha, alguna sentancia inicia.
Sobre el borde, en el extremo, en la cúspide,


una canción de alabanza para caminar adelante de esa luz.
Elizabeth Alexander.
 
Fuente: Wikipedia.
Versión al español por:JUAN DIEGO AMOROZ ETXABARRIA.®

Entrada destacada

A VECES LLEGABAN ... CARTAS.

Las cartas de amor no se estilan hoy en día, pero fueron y seran importantes dentro de la historia de la humanidad por la expresión de se...